Colt McCoy es mejor conocido por su éxito en la posición de mariscal de campo de los Longhorns de la Universidad de Texas (UT) con sede en Austin, Texas. De hecho, su éxito como pasador universitario fue tan prolífico que alcanzó puntos de referencia nunca antes alcanzados por nadie, incluido el récord histórico de más victorias de un mariscal de campo con un total de 45 en una carrera de cuatro años.
La principal de las numerosas razones del éxito que experimentó Colt es su padre, Brad McCoy, quien jugó en UT en su juventud y entrenó a Colt en la escuela secundaria, y Jordan Shipley, quien además de ser un buen amigo y ex compañero de habitación de Colt, también fue su receptor favorito durante los cuatro años que los dos jugaron juntos en la universidad. Curiosamente, existe un vínculo entre Brad McCoy y Jordan Shipley que elude a Colt por completo.
Jordan Shipley tiene un padre llamado Bob Shipley, quien se desempeñó como entrenador de fútbol americano en la escuela secundaria de su hijo, el receptor abierto récord de un pequeño pueblo en el centro de Texas con una población de 1,600 personas. Bob Shipley jugó al fútbol en la Universidad de Texas cuando era más joven y durante ese tiempo fue compañero de equipo, amigo e incluso compañero de cuarto de Brad McCoy, el hombre que eventualmente se convertiría en el padre de Colt McCoy.
Jordan Shipley y Colt McCoy nacieron con menos de un año de diferencia a mediados de la década de 1980 y crecieron en pequeñas ciudades del centro de Texas que se encuentran a una hora y media de distancia en lados opuestos de la pequeña ciudad texana de Abilene. Jordan se crió en Rotan, TX (población 1611) mientras que Colt creció en Tuscola, TX (población 714) 80 millas al sur de Rotan.
Curiosamente, tanto Colt McCoy como Jordan Shipley tenían padres que se desempeñaron como entrenadores de fútbol americano en la escuela secundaria en sus respectivas escuelas y los dos jugadores destacados jugaron posiciones ofensivas complementarias con Colt como mariscal de campo y Shipley como receptor abierto. Ambos jugadores se convirtieron en estrellas de fútbol de renombre nacional mientras jugaban fútbol americano universitario juntos en Austin, Texas, que está a solo un poco más de 200 millas al sur de donde crecieron los dos niños.
La relación que Bob Shipley y Brad McCoy formaron décadas antes cerró el círculo cuando sus dos hijos siguieron sus pasos y se convirtieron no solo en jugadores contribuyentes al programa de fútbol americano de los Longhorns de la Universidad de Texas, sino, lo que es más importante, en buenos amigos. El vínculo entre las familias McCoy y Shipley es único y está lleno de experiencias compartidas que probablemente continuarán durante toda la vida y posiblemente en las generaciones futuras.
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